En Estados Unidos son famosas las carreras de cuarto de milla, ya sea entre coches de calle, o entre verdaderos pepinos ultrapotenciados para alcanzar más potencia que un Bugatti, con más par que un E AMG. El experimento de esta vez ha sido dar de si totalmente el motor de 5 cilindros y 2.5 litros que monta el RS3, montarlo en la carrocería de un A5, ponerle tracción trasera y unas mastodónticas ruedas en el eje motriz, y jugar un rato. El resultado, el de la imagen: exteriormente no difiere mucho de un A5 de calle, pero al interior (motor) la cosa cambia.
El resultado de esta transformación el vídeo que os presento a continuación.
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