miércoles, 20 de abril de 2011

Prueba del BMW 118d


Empecemos por el principio. Te sientas, ¿y ahora qué? Pues uno está cómodo la verdad: posición de conducción baja, piernas prácticamente estiradas y todo lo que importa ver está donde tiene que estar. Es un buen comienzo.
Tras ajustar asiento y volante todo está listo. Metemos la llave, pisamos el embrague y después le damos al botón. Vemos como las luces suben y bajan. Ya está todo listo.
Esos son los primeros momentos en un BMW que ahora pasamos a analizar interior, exterior y conducción. Si quieres leer el resto haz click en más información.

Interior:

Pese a ser el acabado más bajo el asiento del piloto es cómodo: se ajusta y te agarra en las curvas, si bien me pareció un poco plana la parte de abajo. El asiento del copiloto es igual de cómodo. No podemos decir lo mismo de los asientos de atrás que, si bien no están mal, son un poco justos de piernas. No quiero decir nada del asiento del medio porque está ahí porque no queda más remedio.
El acceso a las plazas delanteras es bueno y a las de atrás no del todo malo, aunque en el Audi A3 es mejor. Un fallo o elemento incómodo son los cinturones delanteros que, al estar tras la puerta quedan muy lejos y son incómodos de coger. En el maletero cabe lo que en estos coches: un par de maletas medianas y cosas pequeñas, que no está nada mal.
Los acabados son buenos y los accesorios también. Además, si no te gusta o te quieres gastar más dinero, tienes mucho donde elegir: navegador, cuero, luz de cortesía en los pomos y un largo etc. Algo que eché de menos es el indicador analógico de consumo que incluyen, por lo que sé, el resto de BMW.
Exterior:

Hay a quien le encanta el coche y a quien le parece horroroso, de todo hay en los campos del Señor. Luego hay gente que a veces le gusta y otras lo odia, como una atracción fatal. Por la derecha, lo miras, y te gusta, pero por detrás no puedes decir lo mismo. Esa es mi opinión, no es un coche feo pero sí de lo peor de BMW.
Un detalle curioso, que también tienen otros coches como el Peugeot RCZ es que, al no tener marco la puerta la ventanilla sube y baja para ajustarse al estar la puerta abierta o cerrada. Es una tontería pero me parece acertado quitarle el marco a la edición tres puertas porque así queda más limpio.
Los cambios del restyling fueron el paragolpes delantero que, sinceramente, es más bonito y los faros antiniebla que están mejor disimulados. El resto de elementos permanecieron invariables. Al igual que en el interior puedes elegir llantas, color metalizado, elementos cromados… El conjunto de pedales también se puede cambiar por uno cromado con inserciones de goma, siendo en todas las versiones del acelerador de tipo “camión”.
Hay que destacar el acabado M que añade bastantes cosas además de la letra M en la alfombrilla, pomo, puerta y otro laaargo etc. Si bien no es un BMW 1 M sí que le da cierta deportividad por las llantas más grandes y los neumáticos de perfil más bajo.
Conducción:
A los pocos minutos de dar una vuelta te das cuenta de que el coche responde muy bien: es muy fiel a lo que le marcas al volante, transmite muy bien tanto la velocidad como el estado del asfalto y tiene buena aceleración. Tiene potencia desde muy pocas revoluciones al tratarse de un 2.0, diferenciándose del 120d en la central electrónica, dando ésta última versión 177CV. A partir de las 2500 rpm la respuesta del es inmediata, no se anda con tonterías y acelera. La caja de cambios es buena, muy buena, la velocidad de cambio de marcha es envidiable, siendo notablemente mejor que la de un A3 con motor diesel 1.9.
La posición de conducción es baja lo que da sensación de deportividad y te permite tener las piernas estiradas. La visibilidad es buena en todos los espejos, siendo la excepción el momento en el que llega aparcar: por los retrovisores no se ve casi nada precisamente por la baja posición de conducción.
Pese a que tiene un consumo de 5.4 litros a los 100 en ciudad es una cifra bastante difícil de conseguir, pese a incluir el sistema Start-Stop. Este sistema, para quien no lo sepa, detiene el motor cuando el coche se detiene completamente y se desactiva al pisar el embrague, con ello se consigue ahorrar algo de gasolina. Pese a tener un consumo extraurbano de 4 tampoco vas a conseguir bajar tanto tu media, situándose ésta en torno a las 5.5 porque, simplemente, el coche no consume tan poco (prueba realizada en torno a los 120km/h) y porque no vas a querer ir a esa velocidad. El coche siempre va a tener potencia extra que te dará pena desaprovechar y, además, acelera tan rápido que no te vas a dar cuenta hasta que mires el velocímetro.
En cuanto a la tracción trasera, notarás su presencia en curvas pronunciadas si estás acostumbrado a conducir un tracción delantera por la diferente manera de empujar. Por todo lo demás no notarás que el coche se va a no ser que desactives el ESP, aceleres bien y el asfalto esté húmedo o con tierra.
Especificaciones técnicas:
La unidad probada es un BMW serie 1 tres puertas, exactamente un 118d, que cuenta con un motor 2.0 de cuatro cilindros, rindiendo a unos teóricos 143 CV y un par de 300Nm. Éste sufrió un restyling en 2007 que conllevó cambios en el paragolpes delantero y de acabados en el interior. La velocidad máxima es de 210km y alcanza los 100 en 8.9 segundos. El consumo mixto es de 4,5 litros a los 100km y emite 119 gramos de CO2 por kilómetro, así que se libra de pagar el Impuesto de Matriculación, cosa que no está mal para los 143 CV que tiene.
Opinión:
Como habrás podido ver me gusta el coche, sobre todo en la conducción. Pero, ¿me lo compraría? La respuesta es no. Si tuviera el dinero me compraría un serie 3 porque a partir de ahí tendría que fabricar BMW sin perder la esencia (ya sé que es más caro) o un Audi A3. ¿Por qué un A3? Porque es más cómodo, amplio y, aunque no transmite lo mismo, tampoco está mal.

1 comentario:

  1. David Álvarez FR7 de junio de 2011, 21:38

    Creo que una mejor opción sería comprarse el 120d en 3 o 5 puertas antes que el 118d, ya que consume prácticamente lo mismo, pero con mejores prestaciones.
    Como bien dices Alberto, el motor 1.9 TDI del Audi A3, tampoco esta mal, nada mal, ya que es un motor muy lleno y que responde muy bien en bajas.

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