Arrinera resulta ser el nombre de una empresa polaca, nombre poco acertado comercialmente, para mi gusto. Venocara es su modelo por excelencia, un superdeportivo que según afirman, estaría dispuesto a rivalizar a Lamborghini, Ferrari, Koenigsegg o Porsche.
Sus formas nos recuerdan un poco a un Lamborghini Aventador, aunque quizás menos afilado, y los faros son muy semejantes a los de un Gallardo. El motor es de General Motors, concretamente un V8 de 6.2 litros que rinde 647 CV, el mismo que lleva el Corvette ZR1. El precio todavía es un enigma, aunque con motor reciclado y teniendo en cuenta su procedencia polaca podría ser bastante asequible.
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